La Residencia Alegría está dirigida por personas con mucha preparación que, unida a su experiencia, es un factor fundamental para garantizar calidad en los servicios. Nuestra misión es asegurar el bienestar de las personas mayores con una atención individualizada, permanente y siempre a la medida de sus necesidades. Contamos con un equipo de atención médica y enfermería, fisioterapeuta, psicóloga y personal de apoyo social que trabajan juntos para establecer pautas idóneas.  Su formación y vocación son clave para crear armonía. Lo mismo que las conexiones comunitarias y sociales de su entorno conocido, ya que apuntalan, por su elevado grado de implicación, la estabilidad emocional de los mayores.

Ofrecemos recursos enfocados a mantener activas las capacidades físicas e intelectuales de nuestros mayores para prevenir el deterioro cognitivo y motriz, haciendo partícipes a los familiares, y personas del entorno social, de las acciones que se realizan en el centro, enfocando la estimulación cognitiva, mejorando sus habilidades y promoviendo la socialización. En la Residencia Alegría, las actividades terapéuticas y de rehabilitación son prioritarias para nosotros, por eso prestamos mucha atención a la formación de grupos de iguales, como parte del proyecto de interactuación para compartir intereses comunes, estimulando sus capacidades o tendencias y potenciando las dinámicas más adecuadas.

Las salas de convivencia se prestan a la distracción y la relación en compañía de otras personas, realizando actividades, grupales o individuales, o simplemente recibiendo visitas. Aquí es donde los profesionales de terapia ocupacional se vuelcan con tareas y juegos que ponen a prueba el ingenio y las capacidades intelectuales de los residentes. Y aquí es donde se establecen los vínculos personales tan importantes para una adecuada salud mental.

Las demandas médicas, sanitarias o convivenciales son nuestro objetivo y para ello nos esforzamos por conseguir el máximo nivel posible de satisfacción en un entorno agradable y adaptado. En la Residencia Alegría nos gusta pensar que somos partícipes de una comunidad o vecindad, junto con los residentes, con un objetivo común: lograr que todos nosotros nos sintamos lo más parecido a «como en casa», buscando la mejoría físca y mental.